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El día que el Santos de Pelé llegó al Estadio El Morro de Talcahuano

El Rey Pelé y el Santos de Brasil asistieron a un partido en Talcahuano, en el Estadio El Morro, protagonizando el 10 de febrero de 1963 un evento histórico que marcó el fútbol chileno. La llegada del legendario equipo brasileño, liderado por la estrella Pelé, movilizó a miles de habitantes, quienes se reunieron para presenciar un partido amistoso que quedó grabado en la memoria local y en la historia del deporte nacional.

El Santos, con la estrella brasileña Edson Arantes do Nascimento, Pelé, realizaba una gira por Sudamérica. Ese día visitó Talcahuano para enfrentarse a Naval, el equipo representativo de la ciudad. La noticia causó revuelo: ver en vivo al mejor jugador del mundo y a un equipo base de la selección brasileña campeona en 1958 atrajo a miles, ansiosos por presenciar un espectáculo único en el Estadio El Morro.

Entre los asistentes estuvo Leónidas Risso, un joven de 18 años cumpliendo servicio militar en el Regimiento Chacabuco en Talcahuano. Le tocaba guardia, una responsabilidad que contrastaba con su ferviente pasión por el fútbol y la oportunidad única de ver a Pelé y al Santos en acción en el Estadio El Morro. Decidió escaparse con un compañero, mientras un tercero los relevó, permitiéndoles vivir la aventura.

Muchos, como Risso, ingresaron por el cerro que rodea el Estadio El Morro, evitando pagar entrada. Oficialmente, el recinto tenía capacidad para poco más de 12 mil personas, pero ese día se calcula que cerca de 18 mil colmaron el lugar en Talcahuano, creando un ambiente festivo e irrepetible para ver a Pelé y el Santos. Familias, parejas y niños presenciaron el espectáculo, que quedaría en la memoria local.

El Santos mostró su jerarquía en Talcahuano y el Estadio El Morro no dejó de disfrutar

El Santos dominó y ganó 5-0 a Naval en el Estadio El Morro de Talcahuano. Pelé anotó dos goles, uno de cabeza tras un córner, desatando la ovación y confirmando su estatus como “Rey” del fútbol. Los precios de las entradas variaban según si Pelé jugaba o no, reflejando el magnetismo del brasileño y el impacto de la visita en la ciudad.

El partido debía jugarse en Concepción, pero finalmente fue en Talcahuano, en el Estadio El Morro, motivo de orgullo local y un reconocimiento a la pasión futbolera de la ciudad. El césped, instalado un año antes, sorprendió a los visitantes por su calidad. Pelé dijo que era la mejor cancha de pasto en Sudamérica donde había jugado, un elogio que enorgulleció a los choreros y al Santos. La multitud impidió usar camarines en el entretiempo, y al finalizar, la policía escoltó a Pelé para evitar aglomeraciones.

La historia que se sigue traspasando de generación en generación

La visita del Santos fue un fenómeno social que unió a Talcahuano en torno al fútbol y la admiración por la leyenda Pelé, dejando una huella imborrable. Para Leónidas Risso, la experiencia terminó con una reprimenda por faltar a la guardia, pero la emoción de haber visto a Pelé en vivo en el Estadio El Morro valió la pena, convirtiéndose en una anécdota para contar y recordar con orgullo.

Más allá del resultado o la anécdota militar, aquel día simboliza el poder del deporte para generar emociones y recuerdos imborrables. La visita de Pelé y el Santos a El Morro en Talcahuano sigue siendo un capítulo dorado que muestra cómo el fútbol puede transformar una ciudad y unir a su gente, celebrando la pasión y el amor por este deporte que une culturas y corazones.

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