ViIla Morales: vivir sin alcantarillado
70 familias de una población de Talcahuano se ven enfrentadas a diario a un problema sanitario: no cuentan con red de alcantarillado. Mientras esperan que el proyecto y las promesas políticas se cumplan, deben lidiar con la contaminación y las pestes.
Por Martín González Gatica
En Talcahuano, entre los cerros Buena Vista y Vista Hermosa, existe una pequeña y antigua población, “Villa Morales”, fundada el 03 de julio de 1964, donde viven más de 70 familias. A simple vista puede parecer un barrio más de los muchos que hay en los cerros de la comuna puerto; sin embargo, esconde una problemática insólita. Ninguna casa cuenta con sistema de alcantarillado, una necesidad básica a la que en nuestro país el 95,61% de los hogares tienen acceso. Lamentablemente, este sector es la excepción a la regla.
Esta situación ha traído muchas problemáticas para los vecinos, como malos olores, aparición de ratones, foco de infecciones, etc. A un costado de la villa hay una gran quebrada donde son depositados los desechos orgánicos (incluyendo las aguas servidas) de la población. En esa misma quebrada surge una vertiente, la cual, para el terremoto del 27 de febrero de 2010, fue de vital importancia para los vecinos porque desde ahí se abastecieron con agua. Pero debido al problema de alcantarillado, el curso de agua se contaminó.
En 2003 comenzaron las gestiones para lograr que Villa Morales logre tener acceso al alcantarillado público. Desde entonces han pasado por la administración de la municipalidad cinco alcaldes: Leocán Portus Govinden (1923-2006), Abel Contreras Bustos, Gastón Saavedra Chandia, Henry Campos Coa y Eduardo Saavedra Bustos, quien recientemente asumió el mando de la alcaldía. Ninguno de ellos, en sus respectivos mandatos, ha logrado dar una solución concreta a los vecinos que han luchado incansablemente para realizar este proyecto.
Yermy Mora Monsalves, presidente de la Junta de Vecinos del Cerro Buena Vista, afirma que hay una serie de obstáculos que han impedido la realización de este proyecto: “La Villa Morales cuenta solo con una calle y como aún se encuentra sin pavimentar, no se puede hacer nada con lo del alcantarillado ya que sí o sí se necesita que la calle Centinela posea pavimento. No se ha podido pavimentar porque los vecinos no se han puesto de acuerdo y hay algunos que se niegan a pagar las cuotas correspondientes que se necesitan para eso”.
Otro motivo de tanta demora, según la dirigenta, es que el tubo de alcantarillado tiene que recorrer bajo tierra 6 terrenos del cerro Buena Vista, “pero los vecinos están pidiendo una indemnización por el paso de servidumbre por sus sitios; el problema es que los fondos destinados para realizar el proyecto solo cubren los gastos de material e instalación, no para la compensación que exigen nuestros vecinos”.
Marisela Suazo, presidenta de la junta de vecinos de Villa Morales, comenta que a raíz de la acumulación de los desechos orgánicos, ha surgido una potencial amenaza para la salud pública del sector. “Al no contar con el alcantarillado, hay mucho ratón, también guarenes. ¿Qué trae esto?, una bacteria que se transmite del ratón, en este caso, hacia los animalitos. En esta población, hay muchas mascotas; yo lo viví en el 2020, en plena pandemia, cuando mi perrita, lamentablemente, se comenzó a poner amarilla. La llevamos a la veterinaria y ahí me explicaron, le hicieron una infinidad de exámenes. Y mi perrita arrojó leptospira. No tenía idea de lo que era leptospira. El veterinario me explicó que era cuando el ratón tomaba del desagüe de los baños, de las aguas servidas. El ratón transmite esta bacteria que daña los órganos”.