Del ramen al bubble tea: la conquista asiática de Concepción
Por Sofía Carrasco
Locales como Kodomo, Bibimbap, LU, Pochi Pochi y AsiaFans han transformado el panorama gastronómico de Concepción, ofreciendo comida coreana, japonesa y taiwanesa en ambientes que combinan cultura pop asiática y experiencias visuales. Este boom refleja el creciente interés de los penquistas por la ola cultural del Este, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Por las calles del centro penquista, entre cafés tradicionales y sándwiches al paso, hay una revolución silenciosa, pero sabrosa, que ha ido ganando terreno. Ya no es raro ver a grupos de adolescentes compartiendo tazones humeantes de ramyeon o sacándose selfies con un vaso de bubble tea en la mano. Tampoco sorprende que las listas de espera en locales como Kodomo o Bibimbap superen los treinta minutos en hora punta. La cultura asiática, especialmente la coreana, llegó para quedarse, y lo está haciendo a través del paladar.
El fenómeno no es casual. Concepción ha sido testigo de un crecimiento explosivo de locales temáticos que, más allá de la gastronomía, ofrecen una experiencia cultural completa. En cada rincón hay una pizca de K-pop, anime, doramas y decoración cuidadosamente curada para transportarte a Seúl o Tokio sin salir del Biobío.
Rodrigo Ormeño, aficionado del anime comenta sobre este fenómeno: “Para mí que desde chiquitito era fan del anime, ver tantos restaurantes así nuevos, me emociona mucho. A mi niño interior le hubiera gustado tener toda esta variedad de locales para ir. Pude probar el ramen que aparece en Naruto, siempre me pregunté cómo sabía”.
Uno de los pioneros de este auge fue Bibimbap, que abrió sus puertas con una propuesta centrada en la comida coreana más auténtica: el plato que le da nombre: arroz salteado con vegetales, carne y huevo servido en un bol de piedra caliente, es su estrella. Pero no se queda ahí: ofrecen tteokbokki (masitas de arroz picantes), bulgogi y ramen tradicional. Todo acompañado de banchan, los pequeños acompañamientos que son sello de la mesa coreana.
A unas cuadras, Kodomo Ramen ha sabido hacerse un nombre propio con una carta más japonesa. Sus fideos artesanales, servidos en caldos intensos de cerdo o miso, han convertido a este local en un imperdible para los fanáticos de estos platos. Su estética minimalista con toques japoneses completan la experiencia.

Locales revolucionarios
El recorrido continúa con LU, una cafetería de estética pulida y moderna que ofrece desde bubble tea hasta delicados postres. Es el lugar favorito de quienes buscan rincones “instagrameables”, donde cada bebida se convierte en objeto de colección gracias a sus fundas de edición limitada.
Más reciente es la llegada de Pochi Pochi, una encantadora cafetería representada por un adorable oso panda rojo. Aquí se fusionan bubble tea, bingsu, café y helados en un ambiente acogedor. Valentina Toloza, quien asistió a la inauguración, lo recuerda así: “A comparación de otras inauguraciones que he ido, tanto el trato como la gestión estuvieron buenas, llegué 2 horas antes, la espera no era larga y valió la pena. Los primeros 50 pudimos elegir el sabor de la bebida y era del vaso más grande. A pesar del poco espacio del local, es súper eficiente. Tu puedes ver como hacen los pedidos, lo higiénico que es”.
Y si se trata de bubble tea, AsiaFans lidera el primer puesto. Con una carta que mezcla sabores clásicos como taro y matcha con versiones más creativas como durazno con jelly de lichi, este local es frecuentado por estudiantes universitarios que buscan un break dulce y refrescante entre clases.
Este boom no solo responde a una moda pasajera. Detrás hay una generación interesada en otras culturas, influenciada por el Hallyu (la ola coreana) y el anime, que encuentra en estos espacios una forma de conexión e identidad. Ya no basta con ver K-dramas o escuchar K-pop: también se quiere comer como en Corea, vivir como en Corea.
La pregunta que queda es si este fenómeno crecerá aún más o se estabilizará. Por ahora, los locales siguen llenos, las filas siguen largas y el interés sigue en alza. Concepción, la ciudad del rock y la lluvia, también es ahora la ciudad del ramen, el tteokbokki y el bubble tea.