Habitantes del bosque: una noche de luces y conciencia en la UdeC
La instalación “Habitantes del Bosque” iluminó el Foro de la Universidad de Concepción con proyecciones gigantes de fauna nativa en peligro de extinción. La actividad, parte del programa Campus Naturaleza, buscó combinar arte, educación y conciencia ambiental.
El frío cala los huesos. El otoño ha llegado a Concepción sin miramientos, tiñendo las calles de hojas secas y aire cortante. A pesar del clima, el Foro de la Universidad de Concepción está lleno. La gente espera, expectante.
Es miércoles. Cuando el reloj marca las nueve, la flora y la fauna del bosque se apoderan del Campanil. No es magia, aunque lo parece. Animaciones gigantescas proyectan en las fachadas a los habitantes ocultos del sur de Chile: aves, búhos chilenos y hongos del bosque.
Primero es proyectado el monito del monte, un diminuto marsupial nativo del suroeste de Sudamérica que habita en la reserva de Nonguén, cercana a la universidad. Luego aparece la huiña, también conocida como gato de campo o gato colorado, que es un felino endémico de Chile. Junto al chucao, estas especies emergieron entre los árboles y la arquitectura universitaria, como si el bosque mismo reclamara su espacio. ¿Qué tienen en común?: todas se encuentran en peligro de extinción.
El espectáculo se llama Habitantes del Bosque, una instalación artística inmersiva que, durante dos minutos por especie, da vida a animales que están bajo amenaza. Es colorido, hipnótico y bello. Pero también es una advertencia.
Entre el público hay de todo: estudiantes que hicieron una pausa en su rutina, familias con niños señalando las figuras luminosas, visitantes rezagados y hasta la bohemia penquista, que cambia por un momento la barra del bar por la luz del Campanil. La actividad es parte del programa Campus Naturaleza de la Corporación Actos Sinestésicos, la cual busca abordar la crisis ambiental desde múltiples frentes: reforestación, educación y arte se entrelazan en un esfuerzo por generar conciencia.
La proyección dura hasta las once de la noche. A esa hora, aunque tarde, aún quedan observadores extasiados. Entre ellos, una pareja que se aleja en bicicleta, llevando consigo, en la retina y en la memoria, un fragmento de bosque resplandeciendo en la ciudad.

ESPECIES DE LA FAUNA CHILENA:
PUDÚ: El pudú es el ciervo más pequeño del mundo y es originario de Sudamérica. Habita principalmente en los bosques templados del sur de Chile y Argentina, donde se refugia entre la densa vegetación. De cuerpo compacto, orejas pequeñas y ojos grandes, el pudú es un animal tímido y solitario.
Actualmente, el pudú se encuentra en estado de conservación vulnerable, debido a la pérdida de su hábitat, los ataques de perros domésticos y el tráfico ilegal. Su protección es clave para conservar la biodiversidad de los bosques australes.
CHUCAO: El chucao es un ave endémica del sur de Chile y parte de Argentina, reconocida por su plumaje anaranjado en el pecho y su potente canto, que resuena en los bosques húmedos de la Patagonia. Aunque suele ser esquivo, es un símbolo sonoro del bosque nativo.
Esta especie no está en peligro de extinción, pero su hábitat se ve afectado por la deforestación y las plantaciones. Proteger los bosques donde vive es fundamental para su conservación.
CONCÓN: El concón es un búho nativo de los bosques del sur de Chile y Argentina. De hábitos nocturnos y mirada penetrante, se distingue por sus ojos oscuros y sus patas rojizas, que le dan su nombre.
Habita principalmente en bosques templados y zonas con densa vegetación. Aunque no está en peligro de extinción, su población puede verse amenazada por la pérdida de hábitat y la intervención humana. Es un símbolo silencioso de la vida nocturna del bosque nativo.
FIU: El pájaro de siete colores, o Tachuris rubrigastra, es una de las aves más llamativas de los humedales de Chile y Sudamérica. Su plumaje mezcla tonos vibrantes de amarillo, azul, verde, negro y rojo, lo que le da su nombre popular. Es pequeño, pero imposible de ignorar.
Habita en juncales y totorales, y aunque no está en peligro de extinción, la degradación de los humedales amenaza su hogar. Su canto característico, que suena como un “fiu fiu”, lo ha vuelto entrañable… tanto así, que fue elegido como la mascota oficial de los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
MONITO DE MONTE: El monito del monte (Dromiciops gliroides) es un pequeño marsupial endémico de los bosques templados del sur de Chile y Argentina. Con su tamaño diminuto y su aspecto de “monito”, es conocido por su agilidad para saltar entre los árboles. Su pelaje es suave y de tonos marrones y grises, lo que lo camufla perfectamente en su entorno.
Este marsupial nocturno es clave para los ecosistemas de la zona, ya que es un dispersor de semillas. A pesar de su importancia ecológica, el monito del monte está en peligro de extinción, principalmente debido a la destrucción de su hábitat por la deforestación y el cambio climático.
GüIÑA: La guiña (Leopardus guigna), también conocida como gato de campo o gato colorado, es un pequeño felino endémico de los bosques del sur de Chile y Argentina. Con su pelaje moteado y su tamaño compacto, la guiña es un cazador sigiloso y excelente trepadora, que prefiere vivir en zonas de vegetación densa, como bosques nativos y matorrales. Este felino se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat, la caza furtiva y la fragmentación de los bosques.
MADRE CULEBRA: El escarabajo madre culebra (Abarema longipennis) es un insecto endémico de Chile, conocido por su apariencia única y su comportamiento fascinante. Este escarabajo, de cuerpo alargado y oscuro, se distingue por sus largas antenas y su comportamiento territorial. Su nombre hace referencia a las manchas y patrones que recuerdan a las escamas de una serpiente.
Habita principalmente en los bosques templados del sur de Chile, donde juega un papel crucial en la descomposición de materia orgánica. Aunque no se encuentra actualmente en peligro de extinción, su población puede verse afectada por la deforestación y la alteración de su hábitat natural. Su protección es fundamental para el mantenimiento de los ecosistemas forestales.